lunes, 26 de abril de 2010

Áreas grises en el caso Boesky

-Un área gris en el caso Boesky: La colaboración con la policía.

Es pertinente en primer lugar aclarar qué es lo que definimos como un área gris dentro del este escándalo en el corazón financiero de Estados Unidos. Un área gris es el cúmulo de decisiones que una persona puede enfrentar y que escapan al ámbito de la ley, es decir sea cual sea la decisión que se tome es una movida legal. Aclarando esto podemos analizar con mayor seriedad el caso Boesky.

Es difícil encontrar algún área gris dentro de los delitos cometidos, pero hay un hecho relevante que se puede tratar desde esta perspectiva, la colaboración con la policía. El señor Boesky no podía sacar ventaja de las fluctuaciones del mercado por sí solo, necesitaba un informante dentro de las empresas. Para el caso de la multimillonaria empresa química Drexel, este informante se llamaba Michael Milkin. Antes que la comisión supervisadora de valores de Estados Unidos hiciera público el escándalo en Wallstreet, le ofreció a Boesky un trato de colaboración, se trataba de grabar secretamente conversaciones privadas para poder encontrar más involucrados con el delito de tráfico de información privilegiada.

El área gris que se bosqueja aquí es la posibilidad que tiene Boesky de colaborar o no con las autoridades, para enjuiciar a una persona que le hizo ganar millones. Este tipo de decisión es un área gris ya que está dentro del campo de la legalidad y depende de la convicción, los valores y por supuesto los beneficios que se obtendrían de tremenda jugada. Por supuesto hay que recordar las ventajas y desventajas de la elección de cada vía judicial.

Por un lado Boesky pudo haber rechazado colaborar con las autoridades por motivos muy lucrativos. Es indudable que en algún momento una persona con tremendo poder adquisitivo e influencias muy fuertes en empresas importantes, goce de una privilegiada asesoría para salir menos afectado por un juicio. Pensando en esto se pudo haber dado el caso que Boesky deje intactas sus influencias en las multimillonarias empresas clave para eventualmente seguir delinquiendo luego de salir de prisión. Ya en libertad Iván podía seguir prestando servicios, clandestinos, pero millonarios para empresas y personas que buscan influencias dentro de las empresas donde él aun podía mantener contactos. Esos contactos tendrían el compromiso de acceder a las peticiones de Boesky si no hubieran sido acusados, es decir, pudo haber dejado toda su red de contactos intacta para luego sacar partido de ella.

Por el otro lado, y como finalmente sucedió, Boesky acordó colaborar con las autoridades para poder incriminar al resto de traficantes de información. Con su apoyo se pudo destapar a las personas que lo ayudaron a ganar millones, se puede entender que su colaboración le valió unos años menos en prisión y unos millones menos en multas pero tuvo que ir contra sus fieles colaboradores.

Cabe resaltar que encubrir un delito es un delito en si mismo pero Boesky pudo simplemente decir que no sabía con quienes trataba al momento de recibir información privilegiada.

-La segunda área gris en el caso Boesky: La bondad de las autoridades

El escándalo de las ventajas financieras no se hizo público inmediatamente después de que las autoridades se dieran cuenta de él, Boesky tuvo una ventana privilegiada de tiempo que utilizó a su favor. Las autoridades informaron secretamente al acaudalado financista que las jugadas que estaba haciendo eran ya de su conocimiento, extrañamente le dejaron mover su participación en empresas y demás antes que el escándalo se diera a conocer. Como era de esperarse una vez que se dieron a conocer las influencias y ventajas con las que contaba Boesky, el mercado reaccionó rápidamente y el precio de muchas acciones se desplomó. Esta caída provocó que otros inversionistas perdieran millones por las gracias que hizo el financista más famoso de Manhattan.

En otras palabras las autoridades le dieron una última oportunidad a Boesky para aprovechar su información privilegiada, por su puesto esta información fue otorgada por el mismo agente del estado. Este regalo fue duramente criticado por congresistas e inversionistas pero al final no se llegó a ninguna penalidad para los reguladores.

Está claro que lo que hicieron los reguladores es totalmente válido ya que existe un vacío legal que no especifica las medidas inmediatas a tomar ante este tipo de sucesos. El área gris que se formula en esta situación tiene que ver con la decisión de las autoridades, darle tiempo a Boesky de liberarse de acciones que sabía que indefectiblemente serían castigadas por el mercado luego del escándalo. ¿Por qué fue el ente regulador tan permisible con el hasta entonces más grande estafador de Wallstreet?

La SEC (Securities and Exchange Commission) pudo haber lanzado la noticia apenas la conoció pero dejo que el tiempo pase, tiempo que no fue para nada desaprovechado por Boesky. Al parecer el ente regulador tuvo una actitud favorecedora, también se puede entender que necesito de un tiempo para arreglar su siguiente jugada. De haber lanzado inmediatamente la noticia muchos tenedores de acciones se hubieran visto afectados, incluyendo al propio Boesky, pero la SEC lo liberó de millonarias pérdidas.

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